Personaje: Rachel



Relato procedente: "Pérdidas" (Huellas del Tiempo).

Resumen: Una mujer como Rachel plagada de dudas y, más tarde, de pérdidas debido a tener que tomar una dura decisión: si quedarse o no a esa niña que vivía en su vientre desde hacía siete meses y que sufría malformaciones en varias partes de su cuerpo. Decidió abortar con todo el apoyo de su pareja, apoyándola en todo momento y dándole ánimos para continuar con aquella preciosa relación que compartían y de volver a intentar tener otro hijo más adelante; con ésto perdió a familiares y amigos por el camino debido al desacuerdo que nublaba sus cerradas mentes, tuvo que pasar todo ese dolor junto a Jason, pero se dio cuenta de que era la mejor manera.

Nombre completo: Rachel Flerwel Cordumn.                        Edad actual: 34 años.

Ciudad actual: Florida.                                                        Profesión: Periodista.


Descripción física:

Mi pelo de color canela ondea al viento, es largo hasta la altura de las costillas, fino y muy bien cuidado gracias a todos los productos naturales que me echo en el mismo, ya que, me gusta la suavidad y el olor que expira de él. Mis ojos verdosos miran al horizonte, esperando aquello que siempre había querido y soñado, con aquella curiosidad de saber cómo sería la niña que no había podido tener. Mis labios gruesos solían besar los labios de Jason y me provocaban una tranquilidad sin igual. Mi cuerpo es esbelto y suelo sentir intensamente cualquier caricia, suelo tener unas cosquillas terribles que me hacen reír a carcajadas, tanto como puedo. A la luz de mis ojos todo es vistoso, de colores inimaginables y me gusta ver a través de ellos todo lo que se me brinda a mi alrededor, supongo que eso mismo quería que viera Daira...

Descripción de la personalidad:

Siempre he sido una mujer soñadora, con unas ganas increíbles de vivir y enseñar el mundo a otros, como bien sabréis a mi pequeña Daira. Me encanta leer, contar anécdotas de mi pasado y echarnos unas risas, me gusta recordar los buenos momentos con familiares, amigos y con mi pareja; nunca me he arrepentido de nada, es más, he disfrutado de cada momento como si fuera el último. Mi opinión hacia los abortos siempre ha sido de completa aberración, de sorpresa e incluso de completa incredulidad de no saber cómo una madre puede querer algo así por aquella personita que tiene dentro; aunque es curioso, ya que, yo también tuve que hacerlo sin discusión.

Familia religiosa:

Durante mucho tiempo, me criaron una pareja de religiosos, que creían mucho en Dios y tenían una fialdad increíble hacia todo lo que tuviese que ver con ello. La verdad es que no podía hacer muchas de las cosas que yo quería durante el tiempo en el que viví con ellos, de hecho, me prohibieron tener novio hasta que no hube cumplido los veinte años, fue realmente duro porque conocí a Jason unos años antes y quería estar con él más que con ninguna otra persona. Toda esta transición fue bastante dura, ya que, tenía que esconderme para hacer todo aquello que me gustaba, como escuchar "The Rolling Stones", coquetear con Jason, salir algunas noches con mis amigas a alguna discoteca y beber alcohol, eran cosas que en mi casa no se podían nombrar y ni siquiera podías hacer, por lo que, tenía que esconderlo todo.

Mis padres tenían una gran confianza en mí, nunca supieron que yo no tenía las mismas creencias que ellos y que no compartía muchos de sus ideales, de hecho, no aceptaba que hubieran echado a mi hermana de casa tan solo por haberle dado un beso a una amiga suya como una pequeña broma de crías, ésto le costó irse a vivir a casa de esa chica y empezar a trabajar para poder alquilarse un piso, tuvo que dejar los estudios por un tiempo y fue realmente duro, ni siquiera ahora mis padres le hablan. Siempre han sido muy estrictos con las normas y ahora que yo también me he salido del camino, dudo que quieran volver a hablarme.

Una hermana increíble:

Una de las personas que más me apoyaron en la adolescencia fue mi hermana Kathy, ya que, compartía muchas cosas conmigo y siempre hemos tenido muchísimos gustos en común, desde el estilo de ropa hasta el maquillaje, los sitios de ocio, tenemos a muchos amigos en común y siempre nos ha gustado el mismo tipo de música, aunque lo tuviésemos que escuchar todo a escondidas. Desde pequeñas, siempre nos apoyamos mucho y cuando teníamos un problema con nuestros padres, la otra intentaba ayudar diciendo alguna mentira o intentando que no se enfadaran con una de nosotras, fue increíble conocer a alguien como ella.

Siempre la he considerado como una persona muy fuerte, ya que, a pesar de que mis padres la echaron de casa por hacer que no hacía daño a nadie y era una estúpida broma entre amigas, consiguió seguir adelante y se buscó la vida, pensó que no le hacía falta que la ayudara nadie y que podía salir sola de aquello con tan solo dieciséis años, no quiso si quiera que me gastara ni un euro en ella, de hecho, no me permitía pagar la cuenta ni una sola vez, quería llevarlo y controlar su dinero por sí misma y ser totalmente autosuficiente. He valorado mucho todo lo que ha hecho durante todo este tiempo, manteniéndose de pie y positiva, aunque mis padres ya no la consideraran su hija y haberme prohibido verla, yo seguía quedando con ella porque es una buena chica que simplemente quería experimentar, bromear... yo también hice ese tipo de cosas cuando tenía su edad, pero no en la habitación contigua a la de mis padres.

Cuando Kathy se enteró de mi aborto, se quedó preocupantemente callada porque era difícil decir algo, sabía lo mucho que había querido tener hijos y que no pudiera era algo que ella sentía mucho más que yo, le dolió muchísimo pero me dio todo su apoyo. Mis padres ya no me hablan mucho de Kathy, pero creo que si a ellos les ocurriera algo, ella sería la primera que se presentaría en el hospital para ayudarles en lo que pudiera sin protestar, e incluso, se quedaría hasta altas horas de la mañana cuidándoles. Desde que ocurrió lo del aborto ha estado tan pendiente de mí como Jason, es la única persona de mi familia que no me ha dejado de lado, el resto, han sido unos completos irracionales y personas muy poco empáticas como para saber y sentir cómo me siento en estos momentos tan duros de mi vida.

Jason: El amor de mi vida

Como he dicho antes, le conocí cuando todavía era una adolescente, cuando las hormonas estaban totalmente descontroladas y yo no podía hacer nada para calmarlas. Siempre me pareció un chico atento, tranquilo, tenía un gran control sobre sus emociones y me hacía reír muchísimo, algo que me gustaba de él que, aunque estuviéramos ante una situación difícil, trataba de salir de ella con humor y despreocupación, como fuera. Desde un primer momento me atrajo, quizá fue por aquella energía que desprendía cuando estaba cerca de él o esa forma de mirarme, o quizá, esa forma tan interesante de hablar con la que te quedabas embaucada. Fue un gran ejemplo para mí, incluso ahora, toma sus decisiones con tranquilidad, intenta no ofender a nadie y seguir adelante conmigo a su lado, siendo lo más felices posible.

Nos conocimos en el instituto, por supuesto, y cuando empezamos a hablar todo fue fluyendo poco a poco, todas las palabras y aquella hermosura en sus ojos fueron tomando formar hasta tener una perfección inimaginable postrada ante mis ojos, era algo que no podía dejar de ver, no podía dejar de respirar y no podía dejar atrás, era algo único con lo que me había topado en el camino y pensé que valía la pena seguir con ello, así que, decidí empezar una bonita historia con él sin importar lo que dijeran mis padres, estoy segura de que es la mejor decisión que tomé. Nuestro primer beso fue distinto de cualquier otro que pudiéramos haber visto en las películas, fue diferente, increíblemente mágico y se me ha quedado grabado como si de un recuerdo del que no me quisiera desprender jamás se tratara, fue algo que nunca olvidaré y fue lo mejor de mi vida, aunque el tiempo que pasábamos juntos lo compartiéramos a escondidas para que mis padres no llegaran a enterarse.

Siempre fingimos que estamos casados para que a mis padres no les dé un infarto y piensen que hemos tenido relaciones sexuales antes del matrimonio, de hecho, nos compramos unos anillos que parecieran de oro puro para que se pudiesen confundir fácilmente y me dejaran en paz; ahora mi hermana piensa que he sido mucho más lista que ella en este sentido, ya que, ella también debería de haber fingido muchas cosas sin creer que mis padres no la vetarían, se confió demasiado. Empezamos a vivir juntos fingiendo estar casados y a Jason no le supuso ningún problema, desde hace tres años todo lo compartimos, vivimos más unidos que nunca y a pesar de aquel miedo que tenía los primeros meses de que la convivencia no fuera bien, hemos conseguido que funcionara.

Aborto no deseado:

Como bien sabréis, me quedé embarazada de una niña, fue algo que nos cambió la vida a ambos y nos unió más que nunca. Durante esos increíbles siete meses, Jason me cuidó como nadie, le encantaba escuchar a mi pequeña en mi vientre y contarle historias antes de dormir, incluso ponerle música para que sintiera algo mucho más profundo que su voz, algo más importante incluso que las palabras. Compartí con Daira absolutamente todo, de hecho, compartía mi cuerpo con ella, no me ocasionaba ningún tipo de molestia y me sentía totalmente cómoda con ella moviéndose en mi vientre, me parecía de lo más tierno sobretodo por el hecho de que Jason y yo llevábamos esperando este momento desde hacía más de un año, ya que, me dijeron que me estaba costando mucho quedarme embarazada y que alomejor sería más difícil de lo que yo me pensaba, pero no fue así.

Al cumplir los siete meses de embarazo, mi ginecólogo me dijo que había detectado una serie de malformaciones en el cuerpo de la niña y que debía decidir si abortar o seguir con el embarazo y hacer un gran esfuerzo para cuidarla y darle todo lo que necesitara, ya que, iba a necesitar muchos cuidados tanto a nivel físico como a nivel emocional. Jason y yo tomamos la decisión de abortar por lo que he dicho anteriormente y porque pensamos que era la mejor forma de protegerla aunque no se quedara a nuestro lado, aunque naciera para morir y dejar este mundo antes de respirar y antes de abrir aquellos pequeños ojos. Fue la decisión más dura de mi vida, aún no entendía cómo había sido capaz de desprenderme de una personita tan pequeña, de alguien que no tenía culpa de aquello que le estaba pasando y que ignoraba totalmente el hecho de que no iba a nacer viva, me causó verdadero dolor.

He tenido una dura recuperación con la ayuda de Jason, ha estado siempre a mi lado y no me ha dejado sola ni un segundo. He llorado muchísimo y ha estado totalmente dispuesto a extenderme la mano y decirme al oído un suave "todo irá bien" mientras me apretaba contra su pecho para consolarme. Durante todo este doloroso tiempo, mis familiares se han apartado de mí debido a su pronunciada religiosidad, ya que, no han aprobado el hecho de que nosotros como pareja decidiéramos el futuro nuestro y el de nuestra hija, no han sido capaces de aceptar que hubiera abortado, que hubiera decidido sobre mi cuerpo, sobre nuestras vidas y ni siquiera no se han dado cuenta del dolor que he tenido que pasar durante la intervención. Tan solo tuve a Jason y a Kathy a mi lado, no esperé a nadie más, no quise saber si estaban preocupados o no, lo único que sé es que no me volvieron a dirigir la palabra desde que les informé de la decisión que habíamos tomado.

Un futuro totalmente incierto:

Realmente, no sé si volveremos a tener hijos o si podré recuperarme totalmente de esta pérdida, si podré seguir adelante sin familiares y amigos, tampoco tengo ni idea si mi vida volverá a ser normal o tendré que verme en otra situación como ésta en un futuro. Tan solo sé que Jason y Kathy siempre estarán conmigo pase lo que pase y me lo han demostrado con creces, no he tenido ni que pedir ayuda, allí estaban ellos desde un primer momento. Confío plenamente en la relación que comparto con Jason ahora mismo y, aunque me aterrara al principio nuestra convivencia al ser ambos tan diferentes, he de decir que estaba equivocada y que nos compenetramos más de lo que yo creía.

Supongo que algún día tendremos una familia, que estaremos rodeados de amor, cariño y caricias, de bonitas palabras y susurros de apoyo al oído, de pequeñas molestias y responsabilidades continuas, con cambios drásticos y sensiblerías varias, tan solo sé lo que quiero ahora mismo, sé quién me apoyará en todo lo que decida y quién permanecerá a mi lado, no me hace falta nada más. Si alguna vez vuelvo a quedarme embarazada y ese bebé nace totalmente sano, no lo educaré conforme a la religión y paralelo a las prohibiciones, sino que intentaremos que esté lo más cómodo y feliz en nuestros brazos, va a nacer libre y a crecer de la misma forma, sin malas caras, sin miradas de extrañeza y sin incomodidades innecesarias, va a tener una infancia mucho mejor que la que tuvimos mi hermana Kathy y yo, creo que nos merecemos algo así.

Por lo que, voy a volver a empezar mirando el mundo desde otra perspectiva, desde la que me proporcionó Daria cuando estaba en mi vientre, de un mundo vistoso y de amores inocentes, de palabras cariñosas y de total armonía, de susurros de apoyo y ternura a tener un cuerpo totalmente hermoso y verlo como tal. Supongo que nada será como antes, pero de ésto he aprendido que muchas personas que decían permanecer a mi lado en lo bueno y en lo malo no lo han hecho, que la vida puede tener sus subidas de júbilo y felicidad, pero también sus bajadas llenas de putadas y malos ratos, he aprendido que nada es lo que parece y que el que permanece a tu lado es el que se merece todo tu cariño y aprecio.




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