Personaje: Kasie



Relato procedente: "Descubriendo al Asesino" (Huellas del Tiempo).

Resumen: Kasie es una joven avispada que le ha dado por visitar a su madre y buscar respuestas a muchas preguntas que le rondan la cabeza desde hace algún tiempo, pero en el armario de la mansión de ésta encuentra manchas de sangre, a lo cual, llama a la policía para que hagan algo al respecto. Según van ocurriendo las cosas, ella empieza a darse cuenta de que su padre actúa raro en cuanto a todo ese asunto, por lo que, decide seguirle y descubre que él y otro hombre llamado Bill que no conocía de nada, habían matado a su madre causándole a Kasie estrés postraumático grave después de haber pasado por todo ésto.

Nombre completo: Kasie Dongminton Soden.                      Edad: 16 años.

Ciudad natal: Arizona.                                                             Ocupación: Estudiante.


Descripción física: 


Mi cabello negro y liso descansa más abajo de mis hombros, totalmente hidratado y con caídas más bien constantes debido a la carga de trabajo del instituto. Mis ojos negros dejaban ver la profundidad en ellos y, en muchas ocasiones, la tristeza que me abrumaba debido al abandono de mi madre sin siquiera darme un motivo contundente. Mis labios gruesos hacían vislumbrar mis pocas ganas de sonreír y compartir momentos, había veces que prefería estar totalmente sola que perder mi tiempo con alguien como solía hacer antaño. Mi cuerpo va equipado con unos vaqueros, una blusa blanca, suave y cómoda y unas botas negras que suben encima del pantalón de medio pitillo; no solía ponerme accesorios, me daban alergias extrañas y terminaba con pequeños granos por todo mi cuerpo.

Descripción de la personalidad:

Siempre he sido una persona algo alocada pero comprensiva, me encanta jugar con mis mismas palabras y con las de otro, me gusta flirtear, pasarme el día hablando y escuchando los problemas de los demás e imaginando un futuro lleno de flores y unicornios, aunque muy en mi interior sepa que todo eso no ocurrirá de una forma tan amena y buena para mí, sino con tonos más bien grises. Antaño me encantaba sonreír aunque ahora no sepa muy bien cómo hacerlo, siempre he sido muy avispada intentando resolver todos aquellos problemas que me han ido surgiendo con la ayuda de alguien o estando tan solo yo. Aunque ya no sé quién soy realmente...

Una infancia de abandono:

No sería exactamente un abandono, ya que, mi madre me dejó en casa de mi padre con unos diez años para que me cuidara él dado que prefería pasarse los días ligando con cualquier bastardo que se le presentara en la puerta con el que acostarse antes que cuidar a su hija y estar pendiente de ella las veinticuatro horas del día porque eso es exactamente lo que necesitaba. Mi padre me acogió con gusto sin esperar de su ex mujer que hubiera hecho todo aquello, esperaba más amor por su parte, esperaba que hubiera dejado la frialdad que habían compartido en un matrimonio que terminó sin amor y lleno de dudas y confusión, de mentiras y metidas de pata por parte de ambos.

Nunca fui una niña muy habladora dado que supe al instante que mi madre no volvería después de dejarme en un lugar al que no estaba acostumbrada a estar. Cuando eres tan pequeña no tienes sentido de las cosas que ocurren a tu alrededor pero parecía que yo tenía una especie de don para saber qué ocurría en cada momento, de hecho, sabía perfectamente cuándo mi padre estaba teniendo episodios intensos de ansiedad, ya que, solía decir en voz alta nombres de amigos de su infancia repetidamente para centrarse en otra cosa que no fuera eso mismo, se lo enseñó su psicólogo mucho después de separarse de mi madre, le dejó varias secuelas que al final logró superar.

Adolescencia inocente:

Digo inocente porque jamás me imaginé que las idas y venidas de mi padre eran a raíz de los múltiples asesinatos que cometía con ese tal Bill que logré escuchar al otro lado del teléfono aquella noche. Yo era feliz, es decir, tenía mi vida, mi rutina, mis estudios iban de maravilla, había estado con el loco de Neal pero me fui dando cuenta de que era un crío mimado que estaba obsesionado conmigo y realmente no me quería, después empecé con Logan y volvieron las mariposas en el estómago... en fin, era yo misma, alguien a quién admiraba por quién era despertándome siempre con una sonrisa y sin tener en cuenta las múltiples llamadas que mi padre respondía fuera de casa, siempre imaginé que eran ligues de una noche y que pasaba las mismas en casa de alguna de ellas, pero no era así, pasaba esas noches matando personas.

Todo dio un vuelco, como bien sabréis. Todos los colores que iluminaban mis días se fueron oscureciendo y apagándose, hasta tal punto que llegué a saber que Bill y su cómplice estaban metidos en el asesinato de mi madre. Las cosas en las que había creído durante todo este tiempo eran mentira, farsas que creía para no saber ninguna otra cosa, para dejar de lado lo que más temía en el mundo: Quedarme sola.

Logan, un joven preocupado:

Es cierto, estaba todo el día preocupado por mí y más, con el asunto del asesinato de mi madre en el que os hablaré en el próximo apartado. Era un chico bastante apuesto, con unos ojos verdosos increíbles y un pelo negro brillante y suave que cualquier otro tío envidiaría, sus labios finos mostraban sonrisas allá donde iba, su cuerpo esbelto me llamaba a que el mío fuera parte del suyo, era alguien verdaderamente excitante tanto emocional como físicamente. En pocas palabras, le admiraba. Sabía hacer tantas cosas que me tenía francamente impresionada y jamás le molestaba que le despertaran de la siesta o en su hora de comer, lo único que hacía que entrara en shock y en un enfado peculiar, era su increíble protección hacia mí y era algo que no podía evitar.

Antes de conocerme hacía muchas más cosas de las que ahora hace, por supuesto, pero después de todo ésto se empezó a acaramelar conmigo y no había forma de despegarse de mí, era tierno y confiado, sus ojos siempre me atraparon y su alma hacía que me acercara más a él gracias a su pureza y amor que solía transmitir. Su estilo algo punk era increíble, hacía que me atrajera mucho más y que pensara que teníamos un futuro juntos, nunca pensaba negativamente cuando me surcaba por la mente y, mucho menos, de forma insultante porque con el corazón tan grande que tenía, era imposible. Tan solo me enamoré de él al instante...

Asesinato de mi madre:

Jamás imaginé que la muerte de mi madre me hubiera ocasionado tantos problemas y tantas tristezas, debido al abandono por el que pasé con tan solo diez años. Mi madre fue asesinada por Bill y mi padre fue el cómplice, es más, me informé justo en la grabación por la que les escuchaba hablando fríamente sobre el tema, específicamente sobre el "cadáver". Habían troceado y más tarde quemado a mi madre en el horno del hermano de Bill, alguien que me daba ganas de entrangularle por haber hecho lo que hizo y sin ningún tipo de remordimiento al respecto. Mi vida se había desplomado absolutamente pero a nadie le importó nada más que a Logan que estuvo conmigo durante todo el tiempo, era el único que se posicionó junto a mí después de ir a la policía a informar de todo lo que habíamos escuchado.

No fue fácil para mí después de todo ésto y más estando en una casa totalmente vacía en la que permanecían recuerdos por cada rincón del lugar, habían cuadros que era incapaz de no mirar y palabras que resonaban en mi cabeza cada vez que abría los ojos. Aquella casa me estaba volviendo loca y mi terapeuta me estaba recetando pastillas para el estrés postraumático que mucho después empeoraría debido al estado límite al que había llegado debido a todo lo acontecido. No me he arrepentido de haber investigado el caso de mi madre y haber detenido a esa persona que creía conocer, no me arrepiento de que esté en la cárcel pero, en ocasiones, tengo flashbacks de los momentos felices que pasé con mi padre en aquel lugar ahora desolado.

Un futuro difícil pero acompañado:

Tuve que salir de casa de mi padre y vender aquel lugar dados los recuerdos que surgían de allí, así que, me fui a vivir a casa de Logan donde su familia me acogió con gusto porque entendían cuál era el problema por el que estaba atravesando y no querían dejarme desamparada y se lo agradezco. Digo que es un futuro difícil no por el lugar en el que vivo o porque vaya a estar sola porque no es el caso, me refiero a que debo estar tomando medicamentos para la ansiedad, los episodios suicidas que en ocasiones me ocurren, el estrés postraumático y demás cosas que preferiría no añadir. Pero lo que más me afecta es el hecho de que nadie pueda dejarme sola a petición del terapeuta, dado que podría tener algún episodio suicida, como he dicho anteriormente y, tirarme por la ventana.

Tengo un futuro rellena de medicamentos, habladurías en las terapias sobre mis constantes estados de ánimo y sensaciones en el cuerpo, llenas de besos por parte de Logan y  momentos en los que puede consolarme con su voz dulce y sus ojos enternecedores que hacen que no pueda pensar en ninguna cosa triste o melodramática, un futuro lleno de posibilidades pero en las que no quiero participar dado que mi autoestima y las ganas de salir se han visto en peligro de extinción. Todos me apoyan pero no sé qué podré sacar de una situación que no esperaba y un golpe en el hígado tan fuerte como para provocarme esta serie de cosas, algo que preferiría no abrir la boca porque terminaría con ganas de tirarme por un puente. Las sonrisas se han ido y las lágrimas van por el mismo camino, pero lo que continúa es el sentimiento de vacío y culpa...
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